Nuestras estrofas preferidas de Camino, Fuego Y Libertad de Pablo López
El disco ‘Camino, Fuego Y Libertad’ de Pablo López se publicó el 15 de diciembre de 2017.
El Tour Santa Libertad ya ha comenzado con las canciones de este álbum, tercero, y su piano que más que acompañarle le ayuda a dúo a expresar los sentimientos que hay en cada una de sus canciones.
Es un disco sin fisuras, redondo, con una clara vocación social pero romántico. La vida gira alrededor del amor. Y más ahora que tenemos a un Pablo enamorado.
Sus letras son agrias en ocasiones, muy sinceras. En otras, se percibe la sensibilidad que hace erizar los bellos. Pero nunca te va a dejar indiferente.
Resaltamos algunas estrofas de las canciones de este álbum que ya marca una nueva época en la vida musical del artista.
FRAGMENTOS DE CAMINO, FUEGO Y LIBERTAD
Nada, ya no queda nada, solo tu ruido. Tu ruido insoportable en el salón, no queda nada más que tu fantasma. Solo quiero que te vayas, solo quiero que se acabe, solo quiero que me dejes solo. (El Patio)
De lejos te vi, de lejos me has hecho feliz. Y no quiero dejar de buscarte por este camino. Te he contado que no te conozco y te quiero de lejos. De lejos. Yo no quiero dejar de buscarte por este camino. Te he contado que no te conozco y te quiero de lejos. De lejos. (El Camino. Para la película “Thi Mai: Rumbo A Vietnam”)
¿Por qué siempre lo mismo? ¿Por qué tan evidente? Los sueños se resienten. El niño ya no sale de la puerta de su casa, se lo han robado todo. Robaron sus zapatos, su libertad, su abrigo. Malditos enemigos. Los malos pudieron contigo. (El Niño)
Yo te engaño, te robo los días, te ensucio las manos. Me escondo y me pierdo, me vuelvo un extraño sin alma, culpable que huye del sol. Y defendí tu vergüenza en los bares. Dormí en los portales. Pise los pedazos de tu corazón. Mi gato es mucho mejor persona que yo. (El gato)
Sigo perdiendo las llaves, perdiendo el teléfono. Perdiéndome. Sigo acumulando vida, huyendo del tiempo y de las despedidas. Ahora que ya no me escuchas, que no te molesta mi despertador. Ahora que no creo en nada, que no me atormenta despertar mañana. (La Dobleuve)
Hoy he quemado mi ropa y mi cama. Qué bonito el incendio cuando arde en las almas. Bendito el fuego de mis hermanos. (El Incendio)
No quiero azul. No quiero en línea ni ocupado. No quiero móvil a las 6 de la mañana. Quiero que escuches a este idiota equivocado y a su derrota de pantalla y cargador. (El Teléfono)
Diles que se vayan por favor, diles que se vayan todos. Y si no te escuchan, déjalos. Hace rato ya que estamos solos. Falta de coraje y como siempre la maldita vanidad. Besos sin tatuaje, París sin luz, nuestro Madrid sin Alcalá. (Lo imposible)
Volveré y seremos invisibles, como aquella tarde gris de abril. Tus caras cobardes si saben de mi. Y el tesoro quedó en nubes de tormenta, ruido en la memoria de la piel. No les tengo miedo. Vidas de papel. (El futuro)
Santa libertad, muéstrame el camino. Dame una razón para pensar que sigo vivo. Y deja que me vista la vergüenza, que me esconda en el lavabo. Que me cure la tristeza, que disfrute mis pecados, que me rinda la belleza de vivir equivocado. (La libertad)
No quería dejar de llamar a la puerta de la tentación que me invita al desastre. No podía dejar de buscar el piano de aquella canción que jamás me cantaste. 17:00 de un reloj desesperado. Son las 5 de la tarde y no tengo la intención de terminar. Yo no quiero que me cuenten el final. (Las 17:00)